noviembre 24, 2024

Metro Sports Teresa Juarez

Radio y Noticias en vivo

Batalla de Grandes

En Estados Unidos se vivió una batalla épica. Un duelo conmovedor que tuvo lugar en el Miami Open. Es que el legendario Andy Murray cayó de rodillas en un choque inolvidable ante Tomas Machac que se resolvió en el tiebreak del tercer set. El escocés protagonizó escenas cinematográficas, en las que expuso su actitud combativa a pesar de las adversidades. Su evidente molestia física en el tobillo le complicó el panorama, pero aún así ofreció un gran espectáculo y estuvo a la altura hasta el último momento.

El checo se quedó con la victoria sobre el ex número uno del mundo con parciales de 7-5, 5-7 y 7-6 (5), manteniendo así sus esperanzas vivas en el Masters 1000 del estado de La Florida. El partido, que se llevó a cabo en las canchas del Butch Buchholz Tennis Center, estuvo plagado de intensidad y drama desde el primer momento. Con el público interrumpiendo el juego y la lluvia amenazando con hacer acto de presencia, los intérpretes desplegaron su mejor tenis en un choque que no dio respiro.

Machac tomó el control en la primera manga, mientras que el británico respondió con determinación en el segundo set, llevando el compromiso a una emocionante definición. Fue en este momento crucial del encuentro donde se observó una producción de alta calidad, con el checo tomando una ventaja de 5-2 en el marcador. Sin embargo, con el apoyo ferviente de la multitud, Murray logró remontar y llevar el partido al tiebreak.

Fue en el 5-5 cuando se torció el tobillo izquierdo, quiso llegar a volear a pesar del dolor y terminó sobre el cemento, de rodillas, dando gritos y amagando con golpear el piso con la palma de su mano. Luego se repuso, fue a su banca y pidió atención médica.

A pesar del esfuerzo del escocés, quien se llevó todos los aplausos después de una desgarradora jugada en la que se lo vio completamente desolado a causa de los dolores, Machac recuperó su mejor nivel en el momento oportuno para sellar su histórica victoria.

Con este triunfo, el singlista checo avanzó por primera vez a los octavos de final de un torneo Masters 1000 en su carrera, lo que seguramente le asegurará un ascenso significativo en el ranking de la ATP, posicionándose entre los mejores 50 del circuito internacional, su mejor ubicación hasta la fecha (en la actualidad está en la posición 60).