El Xeneize cayó frente al Matador por 3-0 en el debut de Fernando Gago pero ya se enfoca en la Copa Argentina.
El ciclo de Fernando Gago como director técnico de Boca Juniors tuvo un duro comienzo el sábado por la noche, cuando el Xeneize cayó por 3-0 frente a Tigre en su visita a Victoria, en el marco de la fecha 18 de la Liga Profesional.
El equipo de la Ribera se alejó aún más de los puestos de vanguardia, quedando a 13 puntos del líder Vélez. Sin embargo, el tiempo para lamentos es escaso, ya que el próximo miércoles afrontará un compromiso crucial frente a Gimnasia y Esgrima La Plata, por los cuartos de final de la Copa Argentina, con la clasificación a la Copa Libertadores 2025 en juego.
Tras la caída, que se consumó con los goles de Nehuén Paz, Agustín Cardozo y Sebastián Medina, el plantel de Boca volvió a entrenarse el domingo por la mañana, en una rutina previamente programada. Este gesto refuerza el enfoque de Gago, quien desde su llegada ha priorizado entrenamientos intensos, concentraciones prolongadas y un estricto control físico de los jugadores.
A pesar del traspié, el técnico se mostró autocrítico y asumió la responsabilidad en la conferencia de prensa posterior al partido: “El equipo por momentos jugó a lo que pretendo. Falta sostenerlo en el tiempo, lógicamente. Duele perder y más de la manera en la que se dio, con dos desatenciones en balón detenido”.
El principal desafío para el nuevo entrenador será corregir los errores defensivos que comprometieron al equipo en los balones parados, algo clave de cara al choque con Gimnasia. La buena noticia para Gago es que ningún jugador terminó el partido con molestias físicas, lo que le permitiría repetir el mismo once inicial si así lo decide. Sin embargo, se espera que mantenga el misterio en las prácticas previas, haciendo difícil prever los elegidos para el próximo encuentro.
Gago podría insistir con su esquema favorito de 4-3-3, utilizando a Miguel Merentiel y Brian Aguirre como extremos, con Kevin Zenón ocupando el rol de volante interno. Durante el partido ante Tigre, el técnico explicó que buscó lastimar al rival con centros al segundo palo, una táctica que analizó como efectiva ante la defensa del Matador. Para el complemento, realizó tres de las cinco modificaciones permitidas, lo que podría ser una señal de su satisfacción con los jugadores que mantuvo en cancha.
El duelo ante Gimnasia será una prueba de fuego para el Xeneize, ya que perder significaría desperdiciar una de las pocas opciones de clasificar a la Copa Libertadores, quedando solo la posibilidad de consagrarse campeón de la Liga Profesional o alcanzar uno de los tres primeros lugares de la tabla anual, posición que actualmente ocupa el octavo puesto, a cuatro unidades de River.
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