Los que se van en Diciembre

Aunque todavía resta un largo horizonte por delante en los meses que le quedan al 2024, con la Copa Libertadores y una posible final en el estadio Monumental como el plato estrella, la dirigencia de River ya comenzó a tantear la situación de los jugadores a los que se les terminará el contrato en diciembre de este año y tendrán que definir su futuro en las próximas semanas. Si bien aún no hubo charlas por la renovación de ninguno, porque hay un amplio margen para maniobrar, algunas voces se animaron a deslizar la postura del club y de los tres futbolistas. ¿Quiénes son? Claudio Echeverri, Manuel Lanzini y Gonzalo Martínez.

Claudio Echeverri

El Diablito fue adquirido por el Manchester City a principio de año a cambio de una suma cercana a los 25 millones de euros, con el asterisco de que seguiría vistiendo la camiseta del Millonario hasta diciembre. Y todo parece ser que el acuerdo se cumplirá a rajatabla más allá del deseo de River de retenerlo.

 Es que si bien en los últimos días se puso en marcha un plan para intentar convencer a los dirigentes del equipo de Pep Guardiola para que le permitan extender su estadía en Núñez, por ahora los Citizens se muestran inflexibles de concederle este pedido al Millonario y pretenden que se cumpla con lo estipulado, es decir, que el Diablito se vaya una vez culminado el 2024. De no mediar cambios, se despedirá del club que lo vio nacer.

Manuel Lanzini

El enganche es el único del trío que tiene una situación contractual bien distinta. Cuando llegó libre desde West Ham a mediados del 2023, el volante firmó un préstamo con los altos mandos de la Avenida Figueroa Alcorta 7597. ¿Cómo funciona esto? El futbolista le cede el pase al club donde quiere jugar hasta un determinado tiempo. Al finalizar, la ficha vuelve al poder del profesional, en lugar de hacerlo a una institución, como sucede tradicionalmente.

Lanzini tenía vínculo hasta junio de este año, pero con la posibilidad de extenderlo por seis meses más, decisión que finalmente tomó. Por lo tanto, su cesión concluirá definitivamente en diciembre. El problema es que su mejor versión futbolística, entre algunas lesiones óseas (fractura del primer metatarsiano del pie derecho) y musculares, aún no apareció, más allá de esa excepción que fue su función con gol contra Boca en La Bombonera o algunos pasajes aislados de otros partidos.

Tras su arribo al banco de suplentes, Marcelo Gallardo se planteó como objetivo recuperar su nivel y le dio más confianza. Pero, ¿de qué depende su continuidad? La decisión correrá pura y exclusivamente por el lado del jugador, quien sabe que le falta despegar y mejorar en su vuelta al club que lo formó. A esta altura, hay optimismo de que seguirá, un poco porque se siente cómodo en el club de sus amores y otro tanto porque sabe que está «en deuda».