San Lorenzo, semifinalista de la última edición que ganó Estudiantes de La Plata, se impuso por la mínima en el estadio Centenario de Quilmes y avanzó a los 16avos de final de la Copa Argentina. Con un golazo de Cristian Tarragona, a los 15 minutos del complemento, el Ciclón comenzó con el pie derecho en el certamen federal ante un duro Independiente de Chivilcoy, que milita en el Federal A, pero que no tenía actividad desde noviembre del año pasado.
El dispositivo táctico dispuesto por Ruben Darío Insua reflejó la intención ofensiva del Ciclón que a medida que avanzó el cronómetro se fue quedando sin ideas. A pesar de contar con una ataque poblado compuesto por Iván Leguizamón, Nahuel Barrios, Diego Herazo y Adam Bareiro, amparados por la creación de Manuel Insaurralde e Iván Tapia, los del Gallego no lograron generar ocasiones claras de peligro y la esperanza bonaerense de dar el golpe crecía minuto a minuto. Sobre todo por el gol anulado que sufrió el Lukaku colombiano, cuando Daniel Zamora advirtió un fuera de juego y mantuvo el marcador en blanco.
En el complemento, Insua mandó a la cancha Cristian Tarragona en lugar de Herazo y el ex Gimnasia y Esgrima La Plata y Vélez no defraudó. Tras un rechazo corto de Aquino, quien se anticipó a Bareiro, apareció Tarragona con un potente disparo desde la puerta del área para dejar sin reacción al arquero rival. A partir de este cuarto de hora del complemento, San Lorenzo jugó con más aplomo y aunque no tuvo un nivel superlativo, supo llevar el control del partido ante un equipo muy digno que comenzó a sentir el desgaste físico por la diferencia de categoría. En la última, Tomás Rodríguez tuvo el tanto del empate pero Altamirano lo evitó con una impecable volada y manotazo para desviar.
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