El conjunto italiano se impuso por la mínima diferencia gracias al gol de Ciro Immobile y buscará clasificar a la siguiente instancia en Alemania. En otro partido, el PSG superó 2 a 0 a la Real Sociedad en París
El público efervescente que colmó el mítico estadio Olímpico de Roma no logró intimidar al Bayern Múnich, la potencia alemana que se presentó en la capital italiana para exponer su jerarquía frente a la Lazio y confirmar su mote de candidato al título en el certamen más codiciado de Europa. Las intervenciones de Leroy Sané, Jamal Musiala, Thomas Müller y Harry Kane llevaron el duelo a la zona defendida por Ivan Provedel, quien debió recurrir a sus reflejos para mantener la igualdad en los primeros movimientos.
Durante toda la primera etapa se observó la misma tendencia: el combinado de Thomas Tuchel atacando constantemente y los de Maurizio Sarri resistiendo a base del sacrificio y la entrega. Incluso cuando el dueño de casa intentó lastimar con algún contragolpe, Ciro Immobile quedaba muy desconectado del resto de sus compañeros y las acciones se diluían sin demasiadas exigencias para Manuel Neuer.
En el complemento, el duelo continuó bajo la misma sintonía hasta que el máximo referente de la ofensiva local se las ingenió para lastimar a la última línea alemana. A pura gambeta y perseverancia, Ciro Immobile peleó en el área adversa hasta que la pelota le quedó al danés Gustav Isaksen, quien recibió una dura infracción de Dayot Upamecano y el árbitro François Letexier no dudó en sancionar la pena máxima y expulsar al central francés. Desde los doce pasos, el ídolo italiano tocó hacia un palo y Manuel Neuer fue para el otro: 1 a 0.
Con la diferencia numérica y el resultado a favor de los italianos, los protagonistas cambiaron los roles: la Lazio intentó ampliar la distancia en el marcador y el Bayern Múnich se refugió contra su arco para buscar revertir la historia en la revancha. En una serie que quedó abierta, los germanos intentarán dar vuelta la llave con el apoyo de su gente. Pero los de Maurizio Sarri sueñan con dar el golpe y quedarse con los boletos en territorio enemigo. Una hazaña que tendría un valor épico.
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