Ante su cuarto desgarro en la misma zona, en el cuerpo técnico analizan la posibilidad de darle más tiempo de recuperación y que apunte a estar a la par en la pretemporada de 2025.
Aaron Ansemino, una de las máximas promesas de Boca Juniors y flamante fichaje del Chelsea, podría no volver a jugar en 2024.
A tres semanas de confirmarse un desgarro grado II en el isquiotibial izquierdo, el cuerpo técnico y médico evalúan no arriesgarlo para los últimos dos partidos del año ante Newell’s e Independiente.
Aunque la recuperación del pampeano avanza según lo previsto, el historial de recaídas en la misma zona preocupa al club. Este año, Ansemino sufrió cuatro lesiones musculares que lo marginaron en momentos clave. Por eso, la idea que toma fuerza es enfocarse en su plena recuperación y apuntar a la pretemporada de enero para evitar nuevos contratiempos.
Un año marcado por las lesiones
El 2024 de Ansemino estuvo plagado de complicaciones físicas. Su primer desgarro ocurrió en abril frente a Sportivo Trinidense por la Copa Sudamericana. Un mes después, volvió a lesionarse en un entrenamiento, y en su regreso en junio contra Vélez, se resintió nuevamente. La última recaída fue el 10 de noviembre ante Sarmiento, cuando tuvo que abandonar el campo en el entretiempo.
Pese a estos inconvenientes, el juvenil de 19 años mostró un alto nivel en los partidos que disputó, lo que lo llevó a ser titular indiscutido y a concretar su millonaria transferencia al Chelsea.
Además de Ansemino, Boca no contará con Marcos Rojo, suspendido para la próxima fecha. Esto obligará a Fernando Gago a alinear a Nicolás Figal y Lautaro Di Lollo como dupla central en dos compromisos decisivos para asegurar la clasificación a la Copa Libertadores 2025.
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