El entrenador espera por algunos «tocados» pero tiene decidido cambiar el once en relación al partido de anoche contra Platense. De la Cruz entrenó con pelota y Mammana tiene muy pocas chances.
ras el apretado triunfo contra Platense en el estadio Monumental, que le permitió al equipo de Martín Demichelis mantener la diferencia de cinco puntos de ventaja sobre San Lorenzo en la Liga Profesional, River volvió a entrenarse en el Estadio Monumental con la mira puesta en el duelo clave de este jueves frente a Sporting Cristal en Perú, que comenzará a definir su futuro en la Copa Libertadores.
La grata noticia para la Banda fue que Nicolás De la Cruz se entrenó con pelota y apunta todos los cañones a poder estar en el partido bisagra del máximo certamen continental. Sin embargo, el cuerpo técnico lo evaluará y lo esperará hasta último momento.
La otra buena es que Agustín Palavecino, que había terminado con dolor en su tobillo luego de la victoria ante el Calamar, estuvo en kinesiología y comprobaron que no padece ninguna lesión en la zona, por lo que viajará a Lima sin problemas. El resto del equipo trabajó de manera normal en el césped del Antonio Vespucio Liberti.
La duda principal otra vez estará puesta en si el entrenador utilizará dos puntas, como hizo contra Talleres en Córdoba, o si apostará por una línea de cinco volantes en un cruce en el que River necesita llevarse los tres puntos.
La defensa de River, con varias bajas y sin dar tantas garantías
Por su parte, Emanuel Mammana, afectado por una sinovitis en su rodilla derecha, realizó trabajos de manera diferenciada y las chances de que llegue al partido son cada vez más bajas.
De esa forma, la zaga seguiría con Robert Rojas y Paulo Díaz, ya que no puede jugar Leandro González Pirez por haber sido expulsado en la goleada con Fluminense en Brasil. Además, en los laterales, tanto Milton Casco como Enzo Díaz mantendrían sus lugares.
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